Quemando etapas antiguas… (previniendo perjuicios)

Hace varios post atrás (Maldición quiromántica) hablé de haber solo dicho te amo a dos personas, una de estas es Lorena.
Lorena es la típica chica linda de su casa, rubia (la conocí así), de cabello ensortijado, ojos verdes, piel calara, labios finos y una que otra pequita por allí que dibujan en ella un aire de sensualidad indescriptible.
Pues sí, Lorena es la chica que cumple con los requisitos para ser mi enamorada, la nuera perfecta para mi padre, aquella que puede darle los nietos o nietas que siempre ha querido.
No obstante las cosas con Lorena fueron lindas, pero se dieron en un momento en el cual ni ella ni yo estábamos preparados para sentir o hacer algo así, teníamos una relación a la distancia, ambos éramos inmaduros y por lo general terminábamos a los dos o tres días después de haber retomado la relación. Con Lorena las cosas eran cíclicas y se mantuvieron cíclicas por muchos años, los encuentros siempre han sido mágicos, apasionados pero fugaces. Hemos intentado retomar la relación muchas veces y en distintos tiempos, la última vez que intentamos retomar la relación fue hace dos años antes de que yo iniciara mi relación con Karla, ambos teníamos 21 años y supuestamente éramos maduros, pensábamos mejor las cosas y vimos esta nueva oportunidad de reiniciar la relación con optimismo; no obstante siempre las mismas cosas… su inseguridad hacia mí, la falta de confianza que me tiene (no sé si me la gané o no) mellaron y jugaron en contra de nosotros.
Hoy día, después de más de siete años de haberla conocido y tratando de no expandirme más en este testimonio creo que llegó el momento de decir adiós!.
Creo y estoy seguro firmemente que esta vez es el adiós a Lorena, que a partir de este día he decidido ser inmune a sus encantos, a no dejarme enredar por sus rulos, seducir por su mirada y endulzarme por sus labios.
Lorena, cuando leas esto quiero decirte qué es difícil decirte adiós pero es lo mejor para los dos. A partir de hoy no te voy a volver a ver con deseo, dulzura o pasión; a partir de hoy te voy a ver como a cualquier “cristiana más”, guardo en mi mente los momentos que pasamos, los momentos dulces, los de histeria, los de miedo, los de pasión, los de timidez … todos, todos los guardo PERO adiós!.