Algo...

Se acerca el fin del verano y no he conseguido el affaire esperado, he estado en jileos desmesurados, andanzas catatónicas, conversaciones superfluas y encuentros esporádicos libidinosos por así decirlo. Las cosas con Marianna se enfriaron por completo, Mónica es parte del pasado, Ericka no aparece y no creo que lo vuelva a hacer. En teoría ya quemamos el verano y comenzamos el otoño.
He ventilado mi vida amorosa, mis affaires, mis encuentros clandestinos, los descarados también; me he mostrado tal cual soy, sí fácil mostré un lado que toda chica puede odiar y todo pata puede envidiar, recibí comentarios que decían que solo buscaba mostrarme y de repente es cierto, pero estoy seguro que esa no fue mi intención.
Lo que un día en diciembre comenzó como una experiencia grata terminó por envolverme en un afán frenético de demostrarme que es lo que puedo llegar a hacer y cuán vil, patán e irracional he sido. No sé si he tocado fondo, no sé si las cosas se salieron de control, pero no me arrepiento de todo lo que hice.
Conseguí algunas seguidoras expresas y otros tantos seguidores anónimos, no obstante no me debo a ellos, no creo que deba escribir lo que ellos quieran leer y mucho menos cambiar mi forma de actuar porque les incomoda. Mi vida desde diciembre ha sido (cómo ya lo dije anteriormente) una búsqueda, una búsqueda de algo que no llegó. No encontré el affaire de verano y con ello disminuyen las posibilidades de conseguir “algo” que pueda llegar a ser amor de invierno. Me he dedicado a buscar “back´s –ups” y perdí la brújula de conseguir el plan verdadero. En un momento fue Marianna pero por mis acciones y por mi estúpido pensar la dejé ir.
Hace unos días a tras recibí una llamada de ella, no fue como todas las llamadas de este tiempo, fue una llamada triste, fue una llamada cargada de ira y angustia provocada intencionalmente por mí. He perdido la brújula una vez más.
He salido con otras chicas pero sigo mostrando aquella coraza, “la del pendejito que anda deambulando por aquí y por allá”, ya no soy más el chico de 16 años que buscaba solo divertirse pero me volví a convertir en él. Busqué solo un poco de cariño profano, un poco de intercambio de fluidos salivales y corporales, que solo me llevaron a convertirme en algo que no soy. He marginado oportunidades por que se veían muy serias. He buscado cosas sin sentido y las he encontrado, las encontré tan bien que ahora mismo me siento sin sentido.
Sí, sé que suena como un epíteto; sin embargo no lo es, es un nuevo comienzo una reinvención de mi mismo (cómo lo suelo hacer cada cierto tiempo). Hoy en día los encuentros amorosos o libidinosos serán solo eso… encuentros, no brindaré mayor importancia o esperanza a esto. El affaire no llegó, pero llegaron grandes culpas, grandes decepciones y muchas amarguras.
Durante el tiempo que no posteé han aparecido nuevas personas, interesantes, dulces y sin ganas de hacerles daño. Para ser sincero ha aparecido una persona cuyo nombre es Silvia y reapareció Maite (ella fue la amiga que me llevó a conocer a Mónica) ella ahora está soltera y sigo sintiendo la misma atracción, esa misma que se generó a los 15 años.
No sé qué es lo que me depara el futuro, solo sé una sola cosa. No la quiero joder.
No sé si Maite pueda llegar a ser algo, no sé si Silvia llegue a ser una candidata (esto es debido a mis malditos prejuicios).

p.p. No estoy deprimido, pero me arrepiento.
p.p.2 Estoy sentado en mi oficina, la luz de arriba está apagada y solo me ilumino por la luz del monitor, el silencio es gélido y mi corazón late pausada pero firmemente…
p.p.3 hasta una nueva oportunidad.